Valparaíso: Basta con transformaciones urbanas?

Nacido y criado en Valparaíso, la ciudad siempre me ha traído una atracción especial de afecto y pertenencia, sus cerros, el puerto, las plazas, las casas y pasajes más increíbles… todo un micro mundo que los extranjeros han sabido apreciar más que los mismos porteños.
Si bien los ingresos brutos de la región provienen de productos alimenticios, bebidas y tabaco, la industria química de caucho y plástico y derivados del petróleo y el carbón, el turismo es una de las áreas más importantes para levantar la economía regional.

En ese sentido, el gobierno junto con propuestas privadas han levantado una serie de proyectos que pretenden cambiar la imágen de Valparaíso, mostrándola más dinámica, más cuidada y definitivamente más moderna. Los nuevos accesos a la ciudad, el mejoramiento urbano del borde costero y el Nuevo Metro Regional, son sin dudas los aspectos más notorios del cambio que se pretende.

Hace poco tiempo, me tocó conversar personalmente con el Presidente de Fundación Valparaíso, el Sr. Todd E. Temkin. Él es estadounidense, radicado en Chile y obviamente en Valparaíso. Llegó como profesor de Lengüas a la Universidad de Chile (según recuerdo) y en varios de sus viajes a Pancho (seudónimo de la ciudad), se encantó con sus secretos, paisajes, y lo que todos ya conocemos (en teoría).

A tanto llegó su entusiasmo, que decidió trabajar por la ciudad, creando la fundación antes mencionada. En mi reunión con él (acerca del El Gran Valparaíso) noté su alto conocimiento de la ciudad, su historia y curiosidades. Luego me di cuenta que era uno de los autores una de las guías turísticas acerca de la ciudad, más ricas y completas que había visto (El Sendero Bicentenario-se vende en las tiendas de la Fundación)

Luego de aquella reunión (y hartas ideas bajo el brazo), comencé a pensar cuán bien conocí mi zona. Defintivamente nunca tanto como este gringo. Lo que me plantea un desafío a futuro por conocerla más. De todas maneras, mi preocupación va por otro lado. Hace poco tiempo, se incendió un importante inmueble en la ciudad en donde se había realizado el primer congreso nacional. Estos hechos demuestran nada más el poco interés dentro de la zona, de los porteños por su ciudad.

Esperamos que gente de afuera venga a gastar su dinero, y a alabar las condiciones de la ciudad, pero nosotros… nada.

En la Tercera, se publicó un reportaje especial acerca de la modernización de la ciudad. Este incluye animaciones y hasta un video que creo conveniente visitar.

ANIMACIONES Y VIDEOS
Estos videos en cierta medida emocionan, sobretodo a uno que ha pasado toda su vida aquí. Pero, así como en la Alameda santiaguina, ¿cuánto durará la alegría? Seremos capaces los porteños de mantener una ciudad de clase mundial, patrimonio de la humanidad. ¿Cuánto durará la efervescencia pública y privada? Dependeremos del turismo nada más?

Como futuro ingeniero comercial, pienso que la solución no pasa sólo por proyectos inmobiliarios, urbanos, o tecnológicos (aunque a caballo regalado…) sino también por un proyecto social que “humanice” a la población. Si bien es cierto que esta misma población en el pasado creo este fantástico escenario de casas colgantes, podemos ser nosotros mismos quienes destruyamos sin sabes el mayor patrimonio personal… nuestra ciudad natal.

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